Eficiencia energética en la rehabilitación de inmuebles

La eficiencia energética es una de las grandes asignaturas pendientes en el mercado de la vivienda. Consiste en mantener las mismas comodidades y calidad de vida pero disminuyendo el consumo energético. Apostando por una vivienda energéticamente más eficaz no solo cuidamos el medio ambiente, sino que miramos por nuestro bolsillo. Estudios recientes apuntan que el 90 % del parque de viviendas español derrocha energía con las consecuencias que ello lleva aparejadas.

¿Qué ventajas tiene mejorar la eficiencia energética de una vivienda?

  • El consumo eficiente de la energía provoca una disminución significativa de las facturas de luz o gas.
  • Cualquier disminución de consumo conlleva la reducción de emisiones para la creación de esta energía, consiguiendo beneficios medioambientales: la energía más limpia es la que no se consume.
  • Generación de empleo: Para cumplir con los objetivos marcados por la UE España debería rehabilitar una media de 400.000 viviendas al año hasta 2050, esto conllevaría la creación de 150.000 empleos.
  • Mejora del confort de los usuarios: un hogar rehabilitado energéticamente es más agradable a la hora de conservar el calor, mejorando su habitabilidad.

 ¿Cómo puedo saber qué  grado de eficiencia tiene mi vivienda?

La mejor forma de saber en qué situación energética se encuentra tu casa es disponer de un certificado energético. 

Se trata de un documento oficial redactado por un técnico competente que incluye información objetiva sobre las características energéticas de un inmueble. Lo califica energéticamente calculando el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética de un edificio en condiciones normales de ocupación y funcionamiento. El proceso de certificación energética concluye con la emisión de un certificado de eficiencia energética y la asignación de una etiqueta energética. La escala de calificación energética es de siete letras y varía entre las letras A (edificio más eficiente energéticamente) y G (edificio menos eficiente energéticamente).

clasificación energética

Todo pasa por la rehabilitación

Aunque se establezcan planes para edificar de forma más eficiente, la reforma del parque inmobiliario actual es imprescindible. Ello pasa por la rehabilitación. ¿Sobre qué elementos podemos actuar para mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda?

  1. Cubiertas y paredes: mejoras en el aislamiento térmico.

La actuación consiste en añadir una capa de aislamiento térmico a las cubiertas existentes con el objeto de reducir su transmitancia. El techo de los edificios tiene una fuerte incidencia en las condiciones de confort de los usuarios.

En MDF Construcción recomendamos mejorar el aislamiento térmico de las cubiertas ya que de este modo conseguimos reducir la oscilación térmica del día y la noche, lo que conlleva la reducción de fatiga a la que los materiales están sometidos debido a las dilataciones y contracciones, especialmente la impermeabilización. Además la colocación sin adhesión y en seco de las capas de aislamiento sobre la lámina impermeable facilita el acceso a la misma para los trabajos de reparación y mantenimiento.

sustitución cubiertas

  1. Carpintería y cristales de las ventanas.

La instalación de dobles cristales en ventanas es uno de los puntos clave. Las ventanas son uno de los principales puntos por donde se generan pérdidas de calor. Colocar cristales de doble vidrio o cristal con cámara de aire o dobles ventanas en los puntos de mayores pérdidas reducirá tus necesidades de calefacción sustancialmente. Lo fundamental  es evitar que haya filtraciones de aire del exterior, por lo que se recomienda verificar y resellar la caja de las persianas  (y si es necesario sustituirlas) y, en la medida de lo posible, no instalar ventanas correderas.

eficiencia energética ventanas

Una de los lugares por donde hay grandes pérdidas de calor es en la carpintería de las ventanas. Se recomienda la carpintería de madera o ventanas de aluminioo de pvc con aislamiento de puente térmico para evitar estas pérdidas de calor.

Además, en aquellas zonas muy expuestas a radiaciones solares recomendamos la utilización de vidrios de control solar.

3. Calefacción

Energías como el carbón y el gasoil son obsoletas en términos de eficiencia, mientras que el gas natural supone la inversión más baja y un coste de consumo razonable. Recurrir al gas natural es lo más habitual cuando no se pueden emplear renovables. Lo más eficiente actualmente es la caldera de condensación de bajo consumo con un sistema de radiadores o suelo radiante de baja temperatura.

4. Aire acondicionado

Al igual que con la calefacción, hay que caminar hacia las energías renovables, pero más allá de la fuente de energía, la eficiencia también mejora con aspectos como el mantenimiento y el control del termostato para consumir menos, en invierno no hay que pasar de los 21 ºC y en verano no bajar de los 25 ºC.


Comments are closed.