Nos encontramos ante una vivienda de 250 m2, una dimensiones que nos ofrecen la posibilidad de dar acomodar un pequeño apartamento independiente dentro de la propia vivienda. Es importante apuntar que partimos con una ventaja destacable: todas las estancias excepto los baños son exteriores por tanto, la luminosidad está garantizada en toda la vivienda.

A la hora de abordar la cuestión del pavimento, se da la circunstancia de que unas zonas del piso disponían ya de parquet, mientras que en otras el pavimento estaba cubierto por moqueta. Decidimos recuperar el parquet existente y lo sometimos a un tratamiento de cepillado y barnizado. En las zonas en las que había moqueta, nivelamos e instalamos un parquet de la firma Finsa.

Para darle calidez a la vivienda, hemos conservado las puertas de paso con molduras. Eso sí,  hemos sustituido los herrajes por otros más modernos con acabado bronce.

En el salón también hemos mantenido las molduras. Y ¡fijaos cómo decora el espacio el papel pintado! Los motivos florales enmarcan la zona del mirador y le dan una personalidad única.

Otro de los aspectos atrevidos y originales de la vivienda es la apuesta por el color: verde y azul intensos en las habitaciones infantiles y verde oliva en la impresionante cocina. Si revisas el reportaje fotográfico verás que, además, jugar con los colores de esta forma crea unas geometrías muy interesantes.

La cocina es una de las piezas clave de la vivienda. ¡Atención a la versatilidad que aportan los focos orientables! Un carril permite el cambio de ubicación de la iluminación, de forma que podemos incidir directamente en la zona en la que estamos trabajando en cada momento.

Hemos renovado todas las instalaciones de fontanería, electricidad, calefacción y aire acondicionado.

Fotografía: Francisco Álvarez