La reforma de esta vivienda unifamiliar en La Cañada representa una intervención respetuosa y sofisticada que reinterpreta la arquitectura tradicional desde una mirada contemporánea. El proyecto se desarrolla principalmente en planta baja, con una buhardilla abierta que conecta visualmente el recibidor y el salón, generando una sensación de amplitud, verticalidad y fluidez espacial.
La vivienda se articula en torno a espacios generosos, con techos inclinados y vigas de madera que han sido pintadas del mismo color que las paredes para lograr una integración visual serena y armoniosa. El salón, orientado hacia la terraza y la piscina, se convierte en el corazón de la casa gracias a una chimenea integrada que aporta carácter y calidez. El pavimento porcelánico en tono arena, de gran formato, refuerza la continuidad visual y potencia la luminosidad de cada estancia.
La cocina se presenta como un espacio funcional y sofisticado, donde la madera rechapada en tonos oscuros se combina con grifería e iluminación en negro. La encimera de piedra natural, con faldón frontal, aporta solidez y textura, convirtiendo esta estancia en un lugar de encuentro que transmite elegancia y sobriedad.
Los baños mantienen la coherencia estética del proyecto mediante el uso de porcelánico de Living Ceramics en pavimentos y paramentos verticales. Este material se combina con panelados y puertas de chapa natural, creando un ambiente cálido y refinado. El mobiliario ranurado, junto con una encimera negra de gran amplitud, ofrece funcionalidad sin renunciar al diseño.
Año: 2024
Arquitectura: Estudio Calma
Fotografías: Fran Álvarez Fotografía Arquitectura